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Todos somos infinitos.

  • Competición: Matmonólogo - Alumnado de 3º e 4º curso da ESO e Bacharelato
  • Matmonólogo: En todos los años del avance matemático a nivel mundial e histórico, hemos dejado muy claro un concepto que está siendo vulnerado por mi afirmación. Todos conocemos el concepto de algo infinito, siendo aquello que una vez inicia se extiende de manera anómala en una longitud literalmente interminable, cosa que, para nuestro entendimiento, no puede existir. No existe elemento infinito, no existe objeto o energía que no posea una medida específica. Todos somos finitos, pero hoy quiero mostrarles que dentro de lo finitos que somos rebosa infinidad.

    Fue en el 225 antes de Cristo que el matemático, señor de las poleas y experto en la detección de oro falso con ayuda de una jarra de agua, Arquímedes, tomó un concepto que previamente los babilonios habían intentado expresar, pero no lograron. El concepto era la relación de división del perímetro de una circunferencia perfecta y su diámetro, o lo que ahora conocemos como Pi. Este número, a mi parecer, fue el primer acercamiento real del ser humano con un número realmente infinito.

    Para los no conocedores o vagamente conocedores del tema, Pi es un número proveniente de la división del perímetro de una circunferencia entre la medida de su diámetro. Este número posee una singularidad, la cual se trata de una infinita cantidad de decimales en un espacio finito, como lo es el que se halla entre el 3 y el 4. Este número, que durante años ha hecho que las matemáticas se pongan de cabeza y que las cabezas de matemáticos se pongan a memorizar la mayor cantidad de dígitos posibles del mismo, es la representación de la teoría de la finita infinidad. Dicha teoría expresa que el espacio existente entre cualquier lugar es infinito siempre y cuando posea las características correspondientes.

    La base de la infinidad de Pi en un espacio finito es que, como era de esperar, cada vez la siguiente parte de este número es 10 veces inferior a la anterior. Por ejemplo, tomando los 2 primeros decimales junto al número original que esta vez, sustituiremos por 1, teniendo 1,14, podemos ver que ese 1 decimal es el 10% del número original. El siguiente 4 decimal es el 40% del 1 anterior, lo que hace que sea el 4% del número original. Es así como apuntamos al infinito. Este no existe en nuestro universo, por lo que la única manera de tener algo infinito es atentando a un tamaño tan diminuto que un electrón podría llegar a ser tan grande como para nosotros lo es nuestro planeta en escala a alguno de los dígitos de Pi y si seguimos descendiendo, ni siquiera podemos especular qué acontecería.

    He aquí la explicación de mi tema. Usted, que me está oyendo, cuyo cuerpo está compuesto por millones y millones de células, entre todas ellas, por más pequeño que sea, existe un infinito espacio que ocupa su finita distancia. Si entre cada célula existe un infinito, usted en sí mismo es el infinito representado hace más de 2000 años por un hombre y hace más de 4000 años por una civilización entera. Tal y como el concepto es complejo, posee reglas complejas, y ante tal vacío de reglas para tan basto significado, me atrevo a afirmar, con el alma en un puño y los codos sobre la mesa, que todos somos verdaderamente infinitos.
  • Declaro que son o autor/autora:: Declaro que son o autor/autora:
  • Nome e apelidos: Manuel Orbán Sabucedo